El hueso occipital es un hueso impar, mediano y simétrico que forma la parte posterior e inferior del cráneo. Es uno de los huesos más importantes porque protege la parte posterior del encéfalo y conecta el cráneo con la columna vertebral.
Ubicación e Importancia
Se encuentra en la base del cráneo, detrás del hueso esfenoides y temporal.
Forma la parte posterior del neurocráneo.
Contiene el foramen magnum, una gran abertura que permite la comunicación entre el encéfalo y la médula espinal.
Partes principales del hueso occipital
Escama occipital
Es la parte posterior y más visible del hueso.
Presenta la protuberancia occipital externa, una eminencia palpable en la parte posterior de la cabeza.
Foramen magnum
Abertura grande en la base del hueso por donde pasa la médula espinal y las arterias vertebrales.
Permite la conexión entre el encéfalo y la médula espinal.
Cóndilos occipitales
Son dos protuberancias situadas a los lados del foramen magnum.
Se articulan con la primera vértebra cervical (atlas), permitiendo movimientos de la cabeza.
Cresta occipital interna
Se encuentra en la superficie interna del hueso y sirve como inserción para la hoz del cerebro, una membrana que divide los hemisferios cerebrales.
Funciones principales
Protege la parte posterior e inferior del encéfalo, incluyendo el cerebelo y el tronco encefálico.
Permite la conexión entre el cerebro y la médula espinal a través del foramen magnum.
Proporciona articulación con la columna cervical para permitir movimientos de la cabeza.
Sirve como punto de inserción para ligamentos y músculos del cuello y la cabeza.
El hueso occipital es esencial para la protección del sistema nervioso central y la movilidad del cuello. Su estructura única, especialmente el foramen magnum y los cóndilos occipitales, permite la conexión vital entre el cerebro y la médula espinal, y asegura la estabilidad y el movimiento de la cabeza.